Si tenés una moto o manejás una es fundamental que conozcas la importancia de esta pieza. Te vamos mostrar cómo se fabrica y para qué sirve este dispositivo súper importante.
El amortiguador FAR es un dispositivo construido con un eje cromado y dos tubos de acero (uno dentro del otro) de máxima calidad. El tubo exterior se denomina tubo de reserva (lleno de aceite); y el interno, camisa o tubo de compresión.
En un extremo, el eje de acero tiene inyectado el cabezal compuesto por una aleación de polímeros de primera calidad, cuyo diseño ha sido aprobado y premiado. Este cabezal tiene un ojal, que es donde se afirma al anclaje de la moto. En el otro extremo se monta un pistón, que se desplaza pasando por un retén a lo largo del tubo de compresión. Éste presiona o succiona aceite que fluye a través de válvulas instaladas en el tubo de compresión. Dicha construcción genera dos fuerzas muy diferentes: extensión y compresión.
TIPOS DE AMORTIGUADORES
Hidráulicos: son de doble función. Una la hace el resorte y es denominada compresión, es la que soporta el peso de la moto y de los pasajeros. La otra es la de expansión, cuando vuelve el resorte hacia arriba. Debe asegurar que vuelva en el tiempo exacto.
Un buen amortiguador hidráulico va a ayudar a:
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Adherir el neumático al piso durante la marcha.
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Mejorar el frenado acortando la distancia, ya que evita el repiqueteo del neumático.
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Aportar seguridad en las curvas.
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Evitar que la moto tenga movimientos laterales y parezca que navegue.
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Brindar una marcha confortable, evitando transmitir las irregularidades del piso a nuestra cintura y columna vertebral.
Mecánicos: son los amortiguadores que suelen venir originales en las motos de baja cilindrada, al igual que muchos que se venden en el mercado. Es decir, sólo cumplen la función de compresión y queda libre la función más importante: la de expansión.
¿Cómo diferenciar un amortiguador mecánico de uno hidráulico?
Al ser estéticamente iguales es muy difícil diferenciarlos. Por ello, se debe recurrir al asesoramiento de un vendedor y, sobre todo, asegurarse que sea de buena marca. Si el vendedor dice que se trata de un amortiguador hidráulico, podemos probarlo presionando hacia abajo la parte trasera de la moto y luego soltando. Lo correcto es que vuelva despacio.
¿Cómo identificar si nuestro amortiguador está dañado o mal fabricado?
Al ser una pieza cuya fabricación no debe cumplir estrictas normas de seguridad, muchas veces el fabricante evita algunos costos y sólo fabrica una pieza estéticamente linda y sin calidad interna.
Características de un amortiguador dañado o defectuoso:
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Cuando se presiona con fuerza hacia abajo la parte trasera de la moto y luego se suelta, debe volver suavemente. Si lo hace de forma brusca es porque presenta alguna falla.
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Si la cubierta se desgasta de forma despareja o en secciones, significa que cuando frena va dando saltos (repiqueteo). En este caso, no funciona bien el amortiguador.
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Si al transitar la rueda va saltando y transmitiendo cada salto o pozo a nuestro cuerpo, es señal de que no tiene hidráulico.
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Al doblar se siente que la moto va navegando hacia los laterales y parece que se mueve atrás. Esto quiere decir que no está siendo controlada, y también puede ser causado por la falta del hidráulico.
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Si hay aceite en el cuerpo del amortiguador es signo de que el retén se ha roto.
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La falta de adherencia al asfalto húmedo (aquaplaning) también puede ser ocasionada por un funcionamiento defectuoso del amortiguador.